La angustia y la ansiedad son estados de alerta en los que convergen emociones, pensamientos y sensaciones con gran intensidad, generando confusión y malestar, mezcla que puede dificultar la identificación de lo que realmente se siente. Lo que impide una gestión emocional adecuada y, muchas veces, entorpece el comportamiento asertivo, generando conflictos y desconexión: con uno mismo como con los demás.
Por eso, es indispensable hacer una pausa. Detenerse para iniciar la construcción de un espacio seguro de encuentro interior. Una pausa que invite a observar sin juzgar aquello que permanece estancado, duele o cuesta nombrar. Lo que no se nombra, no se mueve; y lo que no se mueve, no se puede transformar.
Explorar nuestro interior
Explorar nuestro mundo interno con atención, tiempo y cuidado es el primer paso para cultivar una pausa consciente. A través de la escritura, la pintura, la lectura o el compartir con otros que atraviesan procesos similares, es una experiencia transformadora. El arte y el testimonio humano permiten reconocernos, reflejarnos y recordar que no estamos solos. Escuchar otras historias o expresarnos desde lo creativo, potencia la resiliencia y amplía nuestra capacidad para enfrentar lo que nos pasa con más claridad y compasión.
Redescubrirnos a través de prácticas diarias de autoexploración fortalece la empatía, el compromiso con el bienestar y la conexión real con nuestro ser y con quienes nos rodean. Esta conexión nos sostiene, repara y protege nuestra salud mental.
Los ejercicios de atención plena (mindfulness) desde la Terapia Dialéctica Conductual (DBT), especialmente aquellos centrados en la escritura consciente, son herramientas poderosas. Nos invitan a detenernos, a observarnos y a transformar nuestra realidad con mayor claridad. La escritura consciente no es un ejercicio de productividad ni de perfección. Es un acto de presencia, una forma de ser testigo de nuestra propia historia, al decirnos: “Estoy acá, estoy sintiendo esto, y me permito nombrarlo». Lo que reduce la reactividad, mejora la claridad emocional y fortalece la toma de decisiones. Adquiriendo una nueva perspectiva de lo que se siente y se vive, facilitando la capacidad de actuar en favor del bienestar protegiendo los vínculos y la salud mental.
🖋️ Ejercicio DBT: Escribir para Habitar el Presente
Habilidad DBT: Atención plena – Escribir lo que se sientesin juicio Duración sugerida: 10-15 minutos Objetivo: Anclar la mente al momento presente a través de la escritura consciente y descriptiva. No se trata de escribir bonito ni de analizar, sino de observar tu experiencia interna y escribirla como se vaya sintiendo.
Reflexión final:
Anímate a escribir sobre tu experiencia con la ansiedad. Compartir lo que vives no solo alivia, también puede ser justo lo que alguien necesita leer para sentirse acompañado. Hagamos que hablar de lo que sentimos sea cada vez más normal, porque abrirnos también es una forma de cuidarnos.
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